La boa
La proposición de la boa es tan
irracional que seduce inmediatamente al conejo, antes de que pueda dar su
consentimiento. Apenas si hace falta un masaje previo y una lubricación de
saliva superficial.
La absorción se inicia fácilmente y el
conejo se entrega en una asfixia sin pataleo. Desaparecen la cabeza y las patas
delanteras. Pero a medio bocado sobrevienen las angustias de un taponamiento
definitivo, En ayuda de la boa transcurren los últimos instantes de vida del
conejo, que avanza y desaparece propulsado en el túnel costillar por cada vez
más tenues estertores.
La boa se da cuenta entonces de que
asumió un paquete de graves responsabilidades, y empieza la pelea digestiva, la
verdadera lucha contra el conejo. Lo ataca desde la periferia al centro, con
abundantes secreciones de jugo gástrico, embalsamándolo en capas sucesivas.
Pelo, piel, tejidos y vísceras son cuidadosamente tratados y disueltos en el
acarreo del estómago. El esqueleto se somete por último por un proceso de
quebrantamiento y trituración, a base de contracciones y golpeteos laterales.
Después de varias semanas, la boa victoriosa, que ha sobrevivido a una larga serie de intoxicaciones, abandona los últimos recuerdos del conejo bajo la forma de pequeñas astillas de huso laboriosamente pulimentadas.
Juan José Arreola
Imagen:https://www.blogger.com/
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