viernes, 5 de julio de 2013

Cuento XXXV


Fue convidado un necio capitán, que venía de Italia, por un señor de Castilla a comer; y después de comido, alabóle el señor al capitán un pajecillo que traía muy agudo, y gran decidor de presto. Visto por el capitán, y maravillado de la agudeza del pajecillo, dijo:
-“¿Ve vuestra merced estos rapaces cuán agudos son en la mocedad? Pues sepa, que cuando grandes no hay mayores asnos en el mundo.”
Respondió el pajecillo al capitán:
-“Más que agudo debía de ser vuestra merced cuando muchacho.”

Juan de Timoneda

………..

No hay comentarios:

Publicar un comentario