lunes, 21 de septiembre de 2015

Desclavado

imagen: www.taringa.net

Ya me he bajado de tu cruz, mujer, y quiero que lo sepas.
La piedra del sepulcro no ha rodado, la he parado en el último momento.
Tu pesado y granítico recuerdo ha quedado suspendido, porque a tiempo me he desclavado del madero.
Primero las palmas desclavé de un golpe.
Después, de un salto, desclavé los pies y estoy derecho en tierra.
No pienso dar ni un grito más por ti.
Ni un suspiro, ni una queja, ni un lamento saldrá más de mi boca.
Todavía me duelen mis suspiros y sangra mi costado, pero voy desandando el viacrucis.
Por días fue un calvario tu ausencia dolorosa, pero mira cómo desciendo la colina y bajo al valle.
Determinado estoy a no mirar atrás.
Con asco escaldaré la muerte del sudario.
Voy a bañarme en agua fría y a ungir mi carne con perfumes olorosos.
De par en par abriré puerta y ventanas para que me purifique el sol y el viento oree.
Me vestiré de múltiples colores y arrojaré tu anillo hacia el olvido,
que quiero desnudar mis manos
y recoger de nuevo los dones de la vida.
No bajaré al sepulcro.


Félix

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