Descubrimiento
-Durante su instrucción –le
dijo el chamán al aprendiz, en medio de la selva- lo que más a menudo vas a
hacer es caminar por el reino de los espíritus. Al principio, conmigo. Después
con los que a mí me acompañaron. Y finalmente, sólo.
-¿Cuál será mi objetivo?
-Ninguno. Sólo tienes que
mirar. No te puedo adelantar lo que vas a ver, porque el mundo está en perpetuo
cambio. Verás cosas que yo no vi. Y no verás cosas que yo vi. Tendrás, como yo
tuve, una ventaja sobre el primer brujo. Cuando en la Tierra cada planta era la
primera planta y los animales aún no habían tenido descendencia y los hombres
no sabían nada, tu primer antepasado se echó al camino, con temor, forzado por
el hombre de la tribu, pues ni las plantas ni los animales consentían en servir
al hombre. Remontó el gran río, atravesó las montañas y dejó atrás las grandes
llanuras, siempre en busca de algo que no se negase a obedecerle. Llegó desnudo
al país del frío y las tormentas. Una mañana, a punto de rendirse y darse media
vuela, se encontró, asombrado, con las almas de todos los miembros de su tribu,
separadas de sus cuerpos, independientes de ellos, graves, solemnes, formando
un rebaño. Aquel mono asustado, que sólo buscaba algo de comer, descubrió, sin
buscarlo, que era inmortal.
Emilio Gavilanes
Imagen:https://www.google.com
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