jueves, 25 de abril de 2019


Descubrimiento

-Durante su instrucción –le dijo el chamán al aprendiz, en medio de la selva- lo que más a menudo vas a hacer es caminar por el reino de los espíritus. Al principio, conmigo. Después con los que a mí me acompañaron. Y finalmente, sólo.
-¿Cuál será mi objetivo?
-Ninguno. Sólo tienes que mirar. No te puedo adelantar lo que vas a ver, porque el mundo está en perpetuo cambio. Verás cosas que yo no vi. Y no verás cosas que yo vi. Tendrás, como yo tuve, una ventaja sobre el primer brujo. Cuando en la Tierra cada planta era la primera planta y los animales aún no habían tenido descendencia y los hombres no sabían nada, tu primer antepasado se echó al camino, con temor, forzado por el hombre de la tribu, pues ni las plantas ni los animales consentían en servir al hombre. Remontó el gran río, atravesó las montañas y dejó atrás las grandes llanuras, siempre en busca de algo que no se negase a obedecerle. Llegó desnudo al país del frío y las tormentas. Una mañana, a punto de rendirse y darse media vuela, se encontró, asombrado, con las almas de todos los miembros de su tribu, separadas de sus cuerpos, independientes de ellos, graves, solemnes, formando un rebaño. Aquel mono asustado, que sólo buscaba algo de comer, descubrió, sin buscarlo, que era inmortal.

Emilio Gavilanes


Imagen relacionada

No hay comentarios:

Publicar un comentario