El unicornio
níveo
Es el sueño de un asceta que
ama tanto la virginidad de esta criatura como el amor virginal que la mueve. La
tradición cuenta que en las cumbres alpinas, en el siglo XV, vivió uno de estos animales buscando la
pasión que algunas religiosas entregan a la soledad y al sacrificio. El
unicornio blanco es difícil de distinguir en el paisaje donde
habita. Mas estas santas mujeres saben de su presencia, pues lo oyen suplicar
su compañía en las noches heladas del invierno.
San Benito, considerándolo una
tentación para sus monjas, ordena su persecución y exterminio, y habiendo
conseguido al fin darle muerte, sólo quiere dormir desde entonces sobre la piel
del Unicornio blanco.
Rafael Pérez Estrada

Imagen:https://www.google.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario