La orilla
No se animaban a meterse. Con los ojos
clavados en las olas, todos parados como soldados en fila, se medían el miedo y
se atrevían, a lo sumo, a mojarse los pies.
Eran niños venidos de tierra dentro, de
muy adentro, que no habían estado nunca en la playa de Piriópolis, ni en
ninguna playa, y que nunca habían viso el mar. Y uno de aquellos niños que
estaba descubriendo la mar y que no
tenía ojos para ver lo que estaba viendo, comentó:
-¡Un río de una sola orilla!
Eduardo Galeano
Imagen:https://www.google.com/
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