Corrección cinematográfica
Cuando el aterrado público esperaba ver al inmenso
King-Kong tomar entre sus manazas a la hermosa Fay Wray, el gorila con paso
firme salió de la pantalla, y pisoteando gente que no atinaba a ponerse a salvo,
buscó por las calles neoyorquinas hasta que por fin dio con una película de Tarzán.
Sin titubeos -y sin comprar boleto-, con toda fiereza, destrozando butacas y
matando espectadores, se introdujo en el film y una vez dentro, ansiosamente
buscó su verdadero amor: Chita.
René Avilés Fabila
Imagen:https://www.blogger.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario