Obsolescencia
Terminaba de escribir la primera línea percatándose recién
de que no tenía lápiz. ‘Entonces debo suprimirla’, fue su pensamiento. Concluía
de hacerlo cuando sus ojos repararon en que no contaba con goma de borrar.
-Si es así, romperé la hoja- murmuró.
Consumado tal acto, ya pudo percibir que nunca hubo aquella.
-Es excesivo- comentó para sí mismo. Quizá sea mejor ahora que salga de paseo. Mas, al andar algunos pasos por la larga calle, se dio
cuenta que ni ésta ni él existían.
-Esto significa que debo anular toda mi vida -se dijo
decididamente-. Disponiéndose para el suicidio colectivo.
Pero era demasiado tarde, pues ya estaba sobre él, borrando, l a ficticia mano de un autor también inexistente.
Roberto Araya Gallegos
Imagen:https://www.blogger.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario