miércoles, 5 de marzo de 2014

La extranjera


Se han apoyado en la baranda del faro. Han llegado hasta aquí sin miedo.
Atraídos por el amor al vértigo. Guiados por una flecha insolente de la noche. Ella mira hacia abajo. El mar la deslumbra. Olas hinchadas como venas patean su rabia contra la muralla de rocas. Él le pide: Ámame.
Ella no responde. Es joven y cierra los ojos como si estuviera viviendo muchas muertes. Ella teme saltar. Él le reclama: Bésame. La luz del faro indaga por las cosas perdidas y los encuentra a ellos. Amantes de las sombras son el blanco del silencio. Ella quiere saltar porque en su garganta tiene un nudo de reproches. Como él no pregunta, tampoco ella le responde. Su pasado es un mapa deshecho. Viene de un país hundido. No resulta fácil decir lo que se piensa. Y ella piensa demasiado. Ahora abre los ojos para ver el naufragio de su alma. Él la abraza como si quisiera desnudar su rabia. Ella le pide: Mátame.



Nuria Amat

martes, 18 de febrero de 2014

Una pequeña fábula


¡Ay! -dijo el ratón-. El mundo se hace cada día más pequeño. Al principio era tan grande que le tenía miedo. Corría y corría y por cierto que me alegraba ver esos muros, a diestra y siniestra, en la distancia. Pero esas paredes se estrechan tan rápido que me encuentro en el último cuarto y ahí en el rincón está la trampa sobre la cual debo pasar.
-Todo lo que debes hacer es cambiar de rumbo -dijo el gato... y se lo comió.


Franz Kafka

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miércoles, 12 de febrero de 2014

La creación



La mujer y el hombre soñaban que Dios les estaba soñando. Dios los soñaba mientras cantaba y agitaba sus maracas, envuelto en humo de tabaco, y se sentía feliz y también estremecido por la duda y el misterio.
Los indios makiritare saben que si Dios sueña con comida, fructifica y da de comer. Si Dios sueña con la vida, nace y da nacimiento.
La mujer y el hombre soñaban que en el sueño de Dios aparecía un gran huevo brillante. Dentro del huevo, ellos cantaban y bailaban y armaban mucho alboroto, porque estaban locos de ganas de nacer. Soñaban que en el sueño de Dios la alegría era más fuerte que la duda y el misterio.; y Dios, soñando, los creaba, y cantando decía:
-Rompo este huevo y nace la mujer y nace el hombre. Y juntos vivirán y morirán. Pero nacerán nuevamente. Nacerán y volverán a morir y otra vez nacerán. Y nunca dejarán de nacer, porque la muerte es mentira.


Eduardo Galeno

viernes, 7 de febrero de 2014

Cuento LI


Recibió un caballero por criado, al parecer simple, un mozo llamado Pedro, y por burlarse de él, diole un día dos dineros, y díjole:
-“Ve a la plaza y tráeme un dinero de huevos y otro de ays.”
El pobre mozo, comprado que hubo los huevos, se burlaban y se reían de él, viendo que pedía un dinero de ays.  Conociendo que su amo lo había hecho por burla , puso los huevos en la capilla de la capa, y encima de ellos un manojo de ortigas, y llegando a casa, díjole el amo:
-“Pues, traes recaudo?”
Dijo el mozo:
-“Sí, señor: ponga la mano en la capilla y sáquelo.”
Puesta la mano encontró con las ortigas y dijo:
“Ays”.
Y dijo el mozo:
“Tras eso vienen los huevos, señor”.



Juan de Timoneda

lunes, 27 de enero de 2014

PALABRAS PARCAS









Abelardo Arsaín, astuto abogado argentino, asesino agudo, apuesto, ágil aerobista acicalado. Atento. Amable. Amigo asiduo, afectuoso, acechante. Ambicioso. Amante ardiente, arrecho. Autoritario. Abrazos asfixiantes, ansiosos, asustados. Aluvión apagado, artefacto ablandado, apocado. Agravado. Altamente agresivo, al acecho. Abelardo Arsaín. Arma al alcance, arremete artero, ataca arrabiado, asesina. Atrapado. Absuelto: autodefensa. ¡Ay!


Luisa Valenzuela

jueves, 26 de diciembre de 2013

Cruce


Cruzaba la calle cuando comprendió que no le importaba llegar al otro lado.

Arturo Pérez Reverte

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