domingo, 26 de febrero de 2012

Insomnio



Vueltas y más vueltas doy en mi almohada, solo la oscuridad es testigo de mis noches de vigilia, mi cama ya hasta se queja, en cada movimiento bien que me ha gritado ¡ya para de moverte y si tu no puedes al menos a mi déjame dormir! Que forma tan egoísta de proceder, tanto tiempo que hemos estado juntas y ahora protesta por mi comportamiento, hoy le he dicho…mira que si sigues así ¿sabes que voy a hacer? ¡Te voy a cambiar!

Pero si no es mi culpa, no soy responsable de mi falta de sueño; bien sabes amiga mía que a pesar de mis esfuerzos no logro pegar los ojos, recuerdo la ocasión aquella cuando me dijeron ¡es que para dormir te debes de concentrar! ¿Cómo me concentro? Piensa ¿En qué? No pues no sé, tú sólo concéntrate, y sabes de tanto concentrarme me he enamorado de los sonidos de la noche.

Ahora mismo afuera ladra un perro, a mi memoria llegan los recuerdos y vuelvo a los días de mi niñez… escucho la historia, aquella que me contaban…cuando un perro por las noches ladra así es que esta siendo testigo del paso de la muerte, ¡ah! Si no me da miedo la muerte sinceramente es al perro al que temo.

De pronto escuchó el maullido lastimero de un gato, aunque dicen que tienen el poder de ver en la oscuridad, no creo que esta vez maúlle porque sus ojos hayan contemplado algo fuera de lo común, más bien por ese llanto creo ha sido víctima de seguro una gatita coqueta lo ha mandado “con cajas destempladas.”

Desfila una imagen, después otra pero así como van pasando por el mismo lugar donde aparecen… se vaporizan, el barco de la imaginación se encuentra anclado un poco alejado del puerto de la prudencia, empieza a zozobrar víctima del azote de los vientos de la desesperación.

Mientras los dedos se deslizan por las ventanas de la esperanza, las yemas sufren cuando sienten incrustarse las rebabas de la ausencia que van cortando y penetrando lentamente en la piel, el dolor queda ensalzado entre la carne.

Esa es mi situación, ni más ni menos, este insomnio no es el resultado de una cena abundante ¡no, para nada! ¿Será que la conciencia nos hace malas jugadas de vez en cuando?

¿Qué otros síntomas presenta? La verdad no sé si sea importante o si venga al caso hacer mención de los demás síntomas pero el intestino, eso si no se cual lo tengo hecho unos genuinos nudos, creo es el delgado es el más propenso a los nudos y ciegos, todos mis menudencias han cambiado de lugar, en mi estómago siento correr los jugos gástricos, pero convertidos en un auténtico río de lava ¿puede escuchar el gorgogeo?

Si he de contarle más, ha de saber que ya se me ha secado el cuajo que ni se lo que es, mucho menos donde lo tengo, pero ya se me secó, así decía mi abuelita, según es por el empacho, me veo derrengada, aunque yo me siento toda desconchinflada y de paso se me ha descuajaringado el corazón.

No me vean con cara de asombro ni de espanto, no estoy dechavetada, esos son mis síntomas ¿que no son normales?

Si me dieron un diagnóstico… Insomnio y depresión humorística.

¡Por eso no me agradan los médicos!


Alondra

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