¿Alguna vez, al
sufrir una desilusión, un fuerte impacto del destino, algo inesperado,
comenzaste a sentir que tu alma se eleva, tu razón se esfuerza por comprender qué está pasando, sin
repuestas, mientras tu corazón merma en sus latidos, tu cuerpo se enfría lentamente
y tu organismo no responde?
Eso es morir en vida ¿Verdad?
Éste no es un relato pesimista, simplemente es lo que se siente cuando una
parte de nosotros mismos se va detrás de quien nos abandona, sea por muerte,
desamor, egoísmo o mil motivos más. Quedamos estupefactos, desconcentrados,
atónitos, sin poder reaccionar ante esa perdida, olvido o indiferencia. Sólo
Dios, si es que existe, podrá aclarar el misterioso motivo por el que una
persona queda en ese estado.
-Así está la niña de mis ojos, tan hermosa y tan tierna criatura con apenas
veinte años. ¿Qué debe hacer una madre frente a tal desgracia?... –se pregunta
Elena.
Ella, cada día
debe atender a su hija como si fuese un bebé. Nunca supo cuál fue el motivo de
semejante atrocidad. Sólo queda esperar que un bendito día su hija reaccione, y
pueda contarle a su madre el motivo, por el cual quedó así, como en otro
mundo.
Estrellafugaz.
………