Mañana
invernal
Todavía los juncos permanecen doblegados
después de la última crecida. Esta mañana se ven trabados por el lodo y las
agujas finísimas del hielo de la noche.
El chopo desnudo y gris al lado de la
corriente, inquiere el porqué y apunta al cielo. Sus ramas aparecen moteadas de
puntos negros, siete al menos, que el viento del norte no logra arrancar: Son cuervos.
Circunspectos y severos, intimidan a los gorriones que permanecen cobijados en insospechados
huequecillos.
Ahora no los veo, pero sé que estos
pajarillos aparecerán con los primeros brotes a celebrar el rito del
apareamiento, fiesta de gorjeos y cabriolas, que llega cada primavera por el
misterioso venero de la especie.
Félix
Félix
Imagen: miradavoz.blogspot.com
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