Para
dormir…
Para dormir cómoda, me despojo de todo
lo superfluo. Sentada en el borde de la cama me quito lentamente la ropa. Dejo
caer los brazos, que se estiran sobre la alfombra como gruesas serpientes. Con
un movimiento brusco me desprendo de las piernas y sacudiendo la cabeza hago
volar mis facciones (ojos, boca, nariz) por todos los rincones de la
habitación. Y continúo, hasta que no queda entre las sábanas más que mi sexo,
que de todas maneras nunca duerme.
Ana María Shua
Imagen: https://www.google.es
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