Invitación
Pedro regresa a su casa con un compañero
de trabajo, al que ha invitado para que conozca a su joven esposa.
-Es
acá –anuncia-, entra…
-Permiso
–dice el educado compañero y ambos ingresan a un living.
De inmediato Pedro se queda tieso. El
compañero nota su gesto de extrañeza.
-¿Pasa
algo? –pregunta.
-No
me vas a creer –dice Pedro-, pero ésta no es mi casa.
-¿Cómo
que no? –el compañero está confundido.
Por una puerta aparece un anciano. Antes
de que diga nada, Pedro le ataja:
-Lo
siento, lo siento, disculpe usted, se trata de un error, no quise entrar en
esta casa.
Toma al compañero de un brazo y salen.
Una vez afuera, Pedro continúa disculpándose. Finalmente dice:
-No
te preocupes, me pasa seguido, pero ya le conozco la maña.
Toma el picaporte y lo sacude con firmeza,
hasta que se oye un clic.
-Ahora
sí –asegura-, entremos.
Entonces, mientras cierra la puerta,
dice:
-Te presento a mi esposa…
Juan Romagnoli
Imagen:https://www.google.com/
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