La culpa del cambio climático la tienen los almendros
Ingenuo, coqueto y de buen corazón, el
almendro es un árbol bohemio, amante de la vida. Hace las cosas a corazonadas,
sin madurarlas, como los adolescentes hacen. Debido a su inconsciencia, cada
año venían floreciendo los almendros antes de tiempo, queriendo anticipar la
primavera. En las primeras semanas de febrero solían pugnar por ser los
primeros en regalarnos sus hermosas flores; y solía suceder que
indefectiblemente cada año quedaba helada en las ramas su primera floración. En
vez de escarmentar, los almendros han seguido regalando su hermosura
prematuramente…
Son tan cabezotas y hasta tal punto han
insistido, que el despiadado y frío invierno se ha enamorado de sus flores, se
le ha ablandado el corazón y ha sido capaz de cambiar sus hábitos por no
lastimar más sus floraciones.
Como resultado, ahora desde mediados de enero los almendros ríen felices, sin temor a la helada. Saben que su enamorado los va a mimar con su caricia tibia…
Félix
Imagen:https://www.google.com/
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