Ropa Usada I
Un hombre entra en la tienda. La
chaqueta de cuero, gastada, sucia, atrapa su mirada de inmediato. La
dependienta musita un precio ridículo, como si quisiera regalársela. Sólo
porque tiene un orificio justo en el corazón. Sólo porque tras el cuero, el
chiporro blanco tiene una mancha rojiza que ningún detergente ha podido sacar.
El hombre sale feliz a la calle.
A pocos pasos, unos enmascarados
disparan desde un callejón. Una bala hace un giro en ciento ochenta grados de
su destino original. Se diría que la bala tiene memoria. Se desvía y avanza,
gozosa, hasta la chaqueta. Ingresa, conocedora, en el orificio. El hombre
congela la sonrisa ante el impacto. La dependienta corre a desvestirlo y a
colgar nuevamente la chaqueta en el perchero.
Lima sus uñas distraída, aguardando.
Pía Barros
Imagen;https://www.google.com/
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