domingo, 9 de diciembre de 2012

Mosca de mi tormento



  
Mil veces te he espantado de mi mano,
mas me resulta en vano.
 
Pesada hasta el agobio vuelves siempre,
eres impertinente.

Frotándote las alas repugnantes
vuelves a cada instante.

Más cochina, más sucia y más pringosa,
insistes asquerosa.

¿Qué podré hacer , mosca de mi tormento,
si vuelves al momento?

No respetas, pesado y rancio amor,
la paz de mi interior.

Como una oscura mosca maloliente
vuelves constantemente.

No escarbes mi memoria con tus patas
como las garrapatas.

¿Qué podré hacer de aquel amor ingrato
que me hizo tanto daño?

Olvida ya mi ser y mis contornos,
mosca de los demonios.

Si te da igual la miel que el excremento,
entiérrate en tu estiércol.

Félix

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