Bucólica venganza
Alfredo contaba ovejas para poder dormir. Las imaginaba
saltando, una a una, la valla del aprisco.
Mas, la súbita presencia a los pies de su cama de un
rústico pastor blandiendo su garrota, y de un formidable mastín enfurruñado,
conminó a Alfredo a interrumpir la cuenta y a cubrir, huidizo, la cabeza entre las sábanas.
Félix
Imagen: https://www.google.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario