sábado, 28 de enero de 2017

Reencarnación

En mi vida anterior fui un árbol de hoja caduca, humilde chopo. Pero gocé como un loco cada primavera, cuando mis ramas reverdecían y se llenaban de pájaros variopintos en requiebros amorosos.
No fue un forzudo leñador quien me taló, (aquí el mito también se cae por tierra): fue un enclenque jovenzuelo, provisto de esa horrible máquina dentada que llaman moto-sierro. Me ahorraré el sufrimiento  -y a vosotros también- de contar cómo me hicieron pulpa.

Ahora, en esta nueva vida, podría decir que también soy feliz: Convertido en papel, soy un cuaderno, caído por suerte en manos de un niño de cinco años. Me raya y colorea. Dibuja casitas con ventana y humo en la chimenea, soles y nubes, “mi papá”, “mi mamá” y margaritas. Y dibuja también un árbol con muchos pajarillos. Y en él me reconozco: resulta que el niño me homenajea sin saberlo. Y claro, esto, aunque me trae nostalgias, me emociona.

Félix

Resultado de imagen de Dibujo de casitas de los niños
Imagen: https://www.google.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario