La confesión
En la primavera de 1232, cerca de
Aviñón, el caballero Gontran D’Orville mató por la espalda al odiado conde
Geoffroy, señor del lugar. Inmediatamente confesó que había vengado una ofensa,
pues su mujer lo engañaba con el Conde.
Lo sentenciaron a morir decapitado, y
diez minutos antes de la ejecución le permitieron recibir a su mujer en la
celda.
-¿Por
qué mentiste? –preguntó Giselle D’Orville- ¿Por qué me llenas de vergüenza?
-Porque soy débil –repuso- De este modo simplemente me cortarán la cabeza. Si hubiera confesado que lo maté porque era un tirano, primero me torturarían.
Manuel Pyrou
Imagen:https://www.google.com/
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