No me atreví
El día en que mi “ciberamiga” me preguntó si estaba casado y le dije que no, convinimos en llamarnos “cibernovios” y concretamos una cita.
-¿Cómo será ella? Me dijo que llevaría un sombrerito rojo -pensé al punto de entrar en aquella cafetería.
Entré nerviosísimo y repasé con ojos ávidos el local. Allí la descubrí, con su gorrito rojo y una taza en la mano de humeante café. Era... ¡Juanita! ¡Mi mujer!
-¡Pasa, pasa si te atreves cibernovio! -me dijo.
Félix
El día en que mi “ciberamiga” me preguntó si estaba casado y le dije que no, convinimos en llamarnos “cibernovios” y concretamos una cita.
-¿Cómo será ella? Me dijo que llevaría un sombrerito rojo -pensé al punto de entrar en aquella cafetería.
Entré nerviosísimo y repasé con ojos ávidos el local. Allí la descubrí, con su gorrito rojo y una taza en la mano de humeante café. Era... ¡Juanita! ¡Mi mujer!
-¡Pasa, pasa si te atreves cibernovio! -me dijo.
Félix
Imagen: https://www.google.es
¡Lo atrapó! ¡I ella qué le dijo? O no lo preguntó él y no dijo nada...
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