Transición
Empezó el deshielo en los neveros y la
montaña aparece acariciada por una araña de agua. Los regatos bajan frescos y
cantarines. En las primeras tibiezas primaverales, las mozas de mi lugar se
llegan al Molinillo con enormes cestos de ropa para lavar. En las tablillas de
madrea ondulada, puestas al borde de los pequeños remansos, van frotando cada
prenda con jabón casero. Las manos se enrojecen, pero no importa, se oyen risas
y canciones pícaras, nacidas del vigor juvenil y de las promesas que vienen
acunadas en el venero de la sangre. La blancura de sábanas, camisas y corpiños,
queda extendida sobre los endrinos solidarios, mientras debajo verdean los brotes de las maitas.
Félix

No hay comentarios:
Publicar un comentario