lunes, 19 de noviembre de 2012

Pasado que no olvidasteis y que pagaréis en el futuro


Se creen salvadores de la tierra, se creen dioses del planeta, sobra tinta para ahogar vuestras penas, sobra tiempo para que os pudráis con letras. Ponte detrás del cristal trasparente y no dejes el espejo empañado tristemente. Andáis, voláis, soñáis, ignoráis ¡acaso os creéis algo con vuestras piernas de perdiz! Mira, por allí van dos fantasmas, sus ojos hablan de lo que recogen por el suelo sus sucias y agrietadas uñas. Sin cerebro y sin aliento andáis muertos en vuestro infierno. Grujidos, vales, burbujas sin protección en el interior del rascacielos. Reír, llorar, arrancar el cuero fundido de la piel de vuestro trasero. Brinden, canten, por los que estuvieron y no viven en un triste mar petrolero. Caricias de hielo, fiestas, coches, vulgares, prepotentes, apestáis en vuestro vientre... Cenizas de falsos deseos caen secas en vuestros asquerosos y malolientes ombligos. Saltad, rezad, añorad, anhelad, maltratad y disfrutad todo lo que podáis hasta que venga el ángel del infierno y os haga pagar, ya veréis como aprenderéis a respetar.

Nadie quiere ser como vosotros.

Tigre.



viernes, 9 de noviembre de 2012

LA SUSTITUTA





El hombre que tiraba los cuchillos había tenido que sustituir a la dama que durante los últimos años lo había acompañado en su espectáculo, y, sorprendido, recordó que hacía mucho tiempo no se fijaba en el cuerpo de la mujer a la que ataba a la rueda ocho funciones por semana.
La sustituta tenía unos ojos de una negrura brillante, intensa; su figura, como una fresca espiga de trigo, resaltaba sobre el fondo de la rueda del azar llena de estrellas plateadas que giraba enloquecidamente regando en el auditorio exclamaciones entre admirativas y aterrorizadas. Una muchacha como aquella no se fijaría en un tipo gastado como él, pensaba el lanzador de cuchillos, y no dejaba de pensarlo mientras se sentía atravesado por aquella mirada. Lo miraba de una manera rara que no podía descifrar si era de burla, emoción o éxtasis. Mientras, el público chillaba. Veintitrés cuchillos iban a siluetear el bellísimo cuerpo. El hombre hizo gala de su rutina consciente de que su corazón se volvía torpe. Los aplausos eran atronadores y cada lanzamiento echaba más leña a los ojos de juego de la sustituta, que sonreía. ¿Era sarcasmo o admiración lo que se agitaba en aquellos labios? Incapaz de desentrañarlo, con dificultad llegó el último lanzamiento, y cayó.
Entre nieblas vio la roja firma del destino en aquel pecho maravilloso que nunca podría acariciar. Ella murió en el acto; él demoró unos minutos en alcanzarla, atormentado por la idea de cómo iba a pedir perdón y a declararle su amor.

Rosa Elvira Peláez

sábado, 28 de abril de 2012

EL PACTO



Fidel, desvelado, resolvió levantarse al fin. Miró a su lado, Luisa parecía dormir profundamente y sonrió.
Fue al lavabo y orinó, se miró en el espejo y se rascó la cabeza. “Beberé un vaso de agua”.
Al pasar frente a la puerta del comedor, observó a través del cristal una extraña y fría luz fosforescente. Abrió la puerta.
Fidel y Luisa estaban tirados en el suelo, desgarrados los vestidos y las carnes en amasijo sanguinolento. Sus ojos amarillos miraban a Fidel.
Corrió despavorido hacia su esposa. En el instante eterno del pasillo recordó el pacto que hicieron medio en broma muchos años atrás: “el primero que muera vendrá a contar al otro qué hay del otro lado”
Iba a gritar pero no pudo. Antes de llegar a la habitación, apenas alcanzó a oír el inicio de una explosión devastadora.

Félix

sábado, 14 de abril de 2012

Un alma que habla – Historias de vida



Desde este lugar en donde me encuentro, que todo es tan lúgubre, porque la depresión avanza sin piedad, a lo lejos escucho una melodía que me ayuda a abrazarme a la vida, que aunque no esta siendo generosa conmigo, aun así, me brinda una esperanza a que aferrarme.

Es una fantasía flamenca, eso me lleva a soñar con un patio andaluz, donde todo debe ser algarabía y me tomo de esa alegría para soñar que mi situación es otra.

Mi alma trata de enredarse entre los encordados de las guitarras y convertirme en la nota mas bella y mas alegre, dándole libertad de bailar, volar, girar en el mundo mágico que me brinda esta bella música, elevando mi espíritu hacia otras dimensiones, donde todo sea educación y buen decir, donde reine la armonía y pueda sentir la libertad de expresarme, sin escuchar un comentario negativo que tanto me dañan psicológica mente.

Tengo que imponerme y huir de esto que me rodea, incomprensión, griterío y varias cosas mas, que no deseo mencionar porque siempre será así, nada aquí cambiará, solo se que debo huir, volar, insertarme en mi mundo, ese que me llama a gritos, pero aún no se me permite ingresar. Sin embargo, lo voy a lograr, porque así me lo impuse a mi misma, deseo habitar entre gente que tenga mi mismo sentir, que podamos compartir lo que llevamos dentro, que en definitiva es un mensaje de amor.

Estrellafugaz.

miércoles, 11 de abril de 2012

Noche de Reyes




- No te metas nunca donde no te llamen- le dijo a Jeromo su madre un buen día.
Jeromo hacía siempre lo contrario.
- ¿Dónde no me llamarán?- se dijo.
En la cueva del oso no le llamaban y entró.
- ¡ Grooonnzz...! – hizo el oso, que no sabía hablar y quería decir: “¡fuera
de aquí!”
Antes de salir, Jeromo tuvo tiempo de ver un saliente en la roca, puntiagudo y sobado. Era el rascalomos del oso y le gustó.
- ¿Dónde no me llamarán?- se iba preguntando Jeromo alegremente, cuando pasaba por la casa del cura. Se paró un momento y, como no le llamaban, allí que se metió.
- ¡Fuera de aquí- dijo el cura, que sí sabía hablar. Jeromo se asustó un poco cuando vio a don Blas con una berruga pasa debajo de la oreja derecha y con un fuelle de cuero en la mano izquierda y salió corriendo.
- ¿Dónde no me llamarán?-
Pero entonces empezó a oír voces de todos los portales del pueblo que repetían: “¡Jeromo, Jeromo...!” Y como le llamaban de todas partes, se marchó a su casa.
- Madre, quiero un rascalomos sobado, una berruga pasa y un fuelle de cuero. Y se lo voy a pedir a los Reyes.
- Vaya, este niño está loco- comentó su madre divertida.
Día y noche la misma cantinela. Un mes más tarde, Jeromo volvía a repetir: “quiero un rascalomos sobado, una berruga pasa y un fuelle de cuero”. Esta vez los siete médicos del Psiquiátrico Provincial fruncieron el ceño.
- Efectivamente, su hijo está loco, señora- dijo el Director, desmontando los lentes.
Justo el cinco de enero, Jeromo quedó internado. El seis, su madre encontró en la ventana de la habitación de Jeromo un rascalomos sobado, una berruga pasa y un fuelle de cuero.


Félix

sábado, 7 de abril de 2012

Amor



“Y después de hacer todo lo que hacen se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.”

Julio Cortázar

martes, 3 de abril de 2012

Zeus y el tonel de los bienes




Encerró Zeus todos los bienes en un tonel, dejándolo entre las manos de un hombre.
Este hombre, que era un curioso, levantó la tapa del tonel porque quería saber loque había dentro, y al hacerlo, todos los bienes volaron hacia los dioses, menos la esperanza.
Esopo